jueves, 13 de noviembre de 2014

Así estamos

Solo, tomando café, con un pie sobre la mesa, los audifonos puestos, escuchando Pink Floyd, peleando mentalmente conmigo mismo, odiandome.

Así estamos.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Pisadas en la Arena - Capitulo I

Ya han pasado cuatro meses desde mi independencia obligatoria...
Hace cuatro meses que vi por ultima vez a Lú, a mi pequeño Dany, a Jorge, a Jenny, en fin, no he visto a nadie, y cuando digo a nadie, es a nadie. Hace cuatro meses que no veo a una persona, ni siquiera una silueta, y los extraño a todos, extraño los gritos de los niños mientras jugaban en el parque, los pescadores que se levantaban desde temprano a preparar sus barcos en busca de frutas en el mar, las señoras que te daban los buenos días por las mañanas, extraño a la gente que me caía bien y a la gente que me caía mal.
He escuchado a mucha gente decir la frase "Te extraño", como si fuera algo común, como si extrañar fuera algo soportable, como una comezón. Hoy yo se realmente lo que se siente extrañar, y es una combinación de miedo e impotencia; el miedo a que las personas, o los momentos desaparezcan; el miedo a no volver a abrazar a Dany, el miedo de no volver a besar a Lú; eso sumado a la impotencia de no poder llegar a donde ellos están y abrazarlo... y besarla...

La esperanza muere al ultimo, y yo he tratado de mantener la mía viva, pero no es fácil, siempre hay momentos de debilidad. No a pasado ni un barco, ni un avión, pero aún así, trato de creer en que algún día pasara. Trato de lidiar a diario con el miedo de quedarme aquí para siempre, y morir observando el mar, o la arena, o el cielo. La vista es buena, no puedo negarlo, cualquiera que viera este paisaje por minutos, quedaría completamente enamorado de la imagen. Pero verlo durante 4 meses, y a sabiendas que ese mar azul es la distancia entre el despertar y el seguir en la pesadilla del naufragio, uno termina odiando el paisaje.

Solo quiero regresar... 





viernes, 1 de agosto de 2014

Carta Necesaria - Anónimo

Hola... ¿Como estas?. Espero que bien, jamás me ha alegrado tu tristeza, siempre he preferido ver tu radiante sonrisa, aunque te confieso que me arde el alma cuando el destinatario de tu sonrisa no soy yo, pero que puedo decir, aveces uno no da alegría, y por consecuencia no se puede exigir una sonrisa, es entonces cuando tengo que aceptar que sonrías para cualquiera, pero que no dejes de sonreír. 
No se si te interese saberlo, pero para mi mas que un interés es una necesidad de que lo sepas: 

Nos extraño. 

Se que dirás que es tonto poner un "Nos" en lugar de un "Te", pero es la verdad, extraño verte conmigo, extraño nuestras tardes, nuestras noches, nuestros abrazos, especialmente esos en los que no se como, ocurre que una energía termina uniendo nuestras almas, y es en ese instante en el que cerramos los ojos y terminamos siendo dos en uno. Nos extraño caminando por ahí "sin rumbo", tocando juntos algunas canciones, platicando de todo lo que se nos ocurriera. Nos extraño en nuestros besos lentos, o los "besos de pez". En fin, creo que son muchísimas las cosas que podría recordar y escribir aquí, pero no quiero ponerle mas melancolía a la carta, ya fue suficiente la de anoche.

Solo espero poder un día de estos, terminar algunos, no digo todos, de los "Momentos Pendientes" que dejamos, no me gusta tener pendientes sin realizar. Me despido de ti, ojalá te haya dado gusto leerme, chao.



miércoles, 30 de julio de 2014

Momentos Pendientes - Anónimo

Ayer nos besamos, después de tanto tiempo nuestro labios tuvieron un reencuentro, aunque ahora ya no se si fue reencuentro o despedida. Ella tenía los labios de un color rosa oscuro, pero pronto quedaron despintados, pues fueron tantos besos, que mis labios fueron los que terminaron con ese inolvidable color.

Fui a despintarme al baño, tomé un poco de papel y me limpie la boca, guardé ese papel en mi bolsillo, para en caso de que me volviera a manchar. Poco después tuve que irme...

Hoy en la mañana, me puse a vaciar las bolsas de mi pantalón, y ahí encontré ese papel, con manchas rosas, con un toque a morado. No eran solo sus labios, eran nuestros labios juntos, era un momento detenido por lo que le quedara de vida a esa hoja de papel. De momento me quede observándola y después, me dirigí hasta el escondite, abrí una pequeña caja de cartón, y antes de depositar el pedazo de papel, me quede observando lo que había ahí, en su interior había un montón de papelitos azules, cada uno tenía escrito cosas que ella quería hacer conmigo, yo los llamo: "Momentos Pendientes", junto a ellos había dos hojas blancas, la primera era un poema, escrito por ella y para mi, el segundo era una carta, también escrita para mi. No recuerdo bien lo que decía el poema, hablaba sobre mis ojos y el café, y la carta, realmente no recuerdo nada, no he tenido el valor de releerlas, se que en otros momentos me pudo haber hecho muy feliz volverlas a leer, pero ahora no era el caso. Se que poner el papel ahí, posiblemente iba a ser el cierre de todo, los Momentos Pendientes iban a seguir pendientes para siempre, esas promesas solo quedarían ahí, en el fondo de una caja de cartón, debajo de un poema, una carta, una foto de su infancia, un dibujo infantil con una historia no tan infantil, y una colección de besos, en un papel sanitario...



sábado, 26 de julio de 2014

Piedritas en la ventana - Mario Benedetti

De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que esta ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme la cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quien sabe donde quedan mis próximas huellas
ni cuando mi historia va a ser computada
quien sabe que consejos voy a inventar aun
y que atajo hallare para no seguirlos
esta bien no jugare al desahucio
no tatuare el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
esta bien me doy por persuadido
que la alegría no tire mas piedras...

Abriré la ventana.





lunes, 21 de julio de 2014

Asunción de ti : III

3
Puedes querer el alba
cuando ames.
Puedes
venir a reclamarte como eres.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote.

Puedes
venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
sola en su azar
quemando
y tu sueño sea eso y mucho más.

Puedes amar el alba
cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán
esta paz ahora, esta paz ahora.

Ahora puede venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadidos,
saberte aquí.

Habrá para vivir cualquier huida
y el momento de la espuma y el sol
que aquí permanecieron.

Habrá para aprender otra piedad
y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron.

Esta noche, otra noche
tú estarás,
tibia estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.

He conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta dónde esté intacto sin ti,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.

Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
de tu cielo hasta mí...


domingo, 20 de julio de 2014

Asunción de ti : II

2
Hemos llegado al crepúsculo neutro
donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.

Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
en el tiempo de pobres desesperaciones.

Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
tu rostro que se interna noche adentro
hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa...